Si deseamos bajar peso y mantener de manera estable esa pérdida a medio y largo plazo tenemos que plantearnos examinar nuestro estilo de vida y hábitos alimentarios . Esto es necesario en cualquier intervención para bajar de peso. Cada persona es diferente y presenta particularidades que tendremos en cuenta a la hora de preparar un programa. Desde la psicología y la psiconeuroinmunología (pni) analizaremos los siguientes puntos.
¿Por qué es tan importante cambiar los hábitos?
Para perder peso tenemos que aprender a cómo nuestra forma de alimentarnos nos está perjudicando. Analizar los tipos de alimentos que ingerimos, cantidad y veces que comemos. Preguntarnos: ¿Cómo comemos?. Igualmente analizar nuestra forma de vivir relacionada con “moverse” o ser “sedentarios”.
¿Cómo es nuestro estilo de vida?
Sedentarismo:
Vivimos en una sociedad en la que vamos en coche, tenemos ascensores, mandos a distancia, fácil acceso a la comida, trabajos en los que estamos sentados la mayoría del tiempo, etc. El gasto calórico es realmente escaso, en comparación con la cantidad de calorías y el tipo de alimentos que ingerimos. El ser humano está diseñado para moverse y tener masa muscular. Esto aporta salud física pero a la vez equilibrio y salud emocional. La sociedad moderna nos aleja de nuestra naturaleza y no solo tendemos hacia la obesidad, sino que junto a ella nos inclinamos a inflamación de bajo grado contribuyendo a enfermedades físicas como diabetes tipo II, enfermedades cardiovasculares, autoinmunes y problemas emocionales derivados de esta situación como estrés y ansiedad. ¿Qué deberíamos hacer? Incluir ejercicio en nuestra vida, evitar los ascensores, pasear más, aprovechar fines de semana para actividades en playa-montaña. Activarnos!! Movernos!!. Es imprescindible por salud física, emocional, para bajar peso y para mantener estable la pérdida del mismo.
Entorno social, centrado en quedar para “comer”, “cenar” e “ir de copas”:
La vida social de muchas personas tiene como centro comer y beber. Aunque es un placer y disfrutamos de ello, para quienes desean perder peso es un problema. Podemos sugerir a nuestros amigos otras actividades como senderismo, hacer excursiones, aprender algún deporte, etc. También podemos ampliar nuestro entorno social apuntándonos a peñas excursionistas, grupos de patinaje, buscar cualquier actividad que nos agrade.
Comer por ansiedad, aburrimiento o hambre:
A veces no sabemos distinguir bien por qué estamos comiendo. Muchas personas están acostumbradas a sentirse ansiosas y rebajar ese estado de ánimo comiendo. Otras en los momentos de aburrimiento tienden a ingerir mucha más comida que la que necesitarían. Si el problema no es que tienes hambre la comida no es la solución. Son hábitos que hemos adquirido y automatizado. Tenemos que aprender otras maneras de aliviar esos estados de ánimo. Cada persona puede encontrar alternativas a ello con ayuda de su psicólogo.
Costumbre de premiarme con comida:
Este hábito es bastante común en nuestra sociedad y no lo hacemos comiendo zanahorias precisamente… Normalmente lo realizamos con dulces, pasteles o comida procesada hipercalórica, Claro!! está muy rica!. Pero si deseamos mantener nuestro peso buscaremos otras maneras de premiarnos que no nos interfieran en nuestro propósito.
En el siguiente post analizaremos los hábitos alimentarios que deberíamos revisar y cambiar. ¡No te lo pierdas!
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